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| Pablo Neruda e Matilda (1945 Pacaembu São Paulo) |
Ahora me dejen tranquilo. He vivido tanto que un día
Ahora se acostumbren sin mí. tendrán que olvidarme por fuerza,
borrándome de la pizarra:
Yo voy a cerrar los ojos mi corazón fue interminable.
Y sólo quiero cinco cosas, Pero porque pido silencio
cinco raices preferidas. no crean que voy a morirme:
me pasa todo lo contrario:
Una es el amor sin fin. sucede que voy a vivirme.
Lo segundo es ver el otoño. Sucede que soy y que sigo.
No puedo ser sin que las hojas No será, pues, sino que adentro
vuelen y vuelvan a la tierra. de mí crecerán cereales,
primero los granos que rompen
Lo tercero es el grave invierno, la tierra para ver la luz,
la lluvia que amé, la caricia pero la madre tierra es oscura:
del fuego en el frío silvestre. y dentro de mí soy oscuro:
soy como un pozo en cuyas aguas
En cuarto lugar el verano la noche deja sus estrellas
redondo como una sandía. y sigue sola por el campo.
La quinta cosa son tus ojos, Se trata de que tanto he vivido
Matilde mía, bienamada, que quiero vivir otro tanto.
no quiero dormir sin tus ojos,
no quiero ser sin que me mires: Nunca me sentí tan sonoro,
yo cambio la primavera nunca he tenido tantos besos.
por que tú me sigas mirando.
Ahora, como siempre,
Amigos, eso es cuanto quiero. es temprano.
Es casi nada y casi todo. Vuela la luz con sus abejas.
Déjenme solo con el día.
Ahora si quieren se vayan. Pido permiso para nacer.
Pido Silencio (Pablo Neruda)
Cata, tomara que consiga publicar a tradução.
ResponderExcluirTradução:
ResponderExcluirAgora me deixem tranqüilo, agora se acostumem sem mim.
Eu vou cerrar os meus olhos, somente quero cinco coisas.
Uma é o amor sem fim. A segunda é ver o outono.
Não posso ser sem que as folhas voem e voltem à terra.
A terceira é o grave inverno, a chuva que amei,
A carícia do fogo no frio silvestre.
Em quarto lugar o verão redondo como uma melancia.
A quinta coisa são os teus olhos, Matilde minha, bem-amada,
Não quero dormir sem teus olhos, não quero ser sem que me olhes,
Eu mudo a primavera para que me sigas olhando.
Amigos, isso é quanto quero. É quase nada e quase tudo.
Agora, se querem, podem ir. Vivi tanto que um dia
Terão de por força me esquecer, apagando-me do quadro-negro,
Meu coração foi interminável. Porém, porque peço silêncio
Não creiam que vou morrer, passa comigo o contrário,
Sucede que vou viver. Sucede que sou e que sigo.
Não será, pois lá bem dentro de mim crescerão cereais,
Primeiro os grãos que rompem a terra para ver a luz,
Porém a mãe terra é escura, e dentro de mim sou escuro,
Sou como um poço em cujas águas a noite deixa suas estrelas
E segue sozinha pelo campo. Sucede que tanto vivi
Que quero viver outro tanto. Nunca me senti tão sonoro,
Nunca tive tantos beijos. Agora, como sempre, é cedo.
Voa a luz com suas abelhas. Me deixem só com o dia.